martes, mayo 02, 2006

UNA NOCHE CON ISOLINA LA BAILARINA

El otro día un amigo me dijo que este blog no iba para ninguna parte. Y le encuentro razón. Pero hace tiempo que yo tampoco voy para ningún lado. Al bote le está entrando agua. Más encima, la única amiga que me queda me dejó botado porque está revolucionada y excitada con la visita del Dalai Lama. La penúltima cosa que me dijo fue que se consiguió una acreditación para verlo en el Sheraton. Y pensar que yo creía que Su Santidad sólo hablaba en lugares místicos y secretos. Mi amiga está enamorada del Dalai e incluso me confesó que hará todo lo posible para que su gurú le traspase sus millonarios y dormidos espermios. Allá ella.

Como me va quedando poco he tenido que recurrir a mis amistades virtuales. “Qué valiente”, me dijo, irónico, un amigo. La verdad es que desde que abrí el blog mi principal interés ha estado centrado en alguien que firma sus comentarios como Isolina la bailarina o Isolina la gogo dancer. Después de rogarle un par de semanas, Isolina me dio su correo electrónico. Sin embargo, la semana pasada me sorprendió cuando me dijo que la fuera a ver a su pega. En un comienzo pensé que Isolina me estaba mintiendo, pero de todos modos me lancé al agua. Mal que mal, soy valiente, como me recordó un amigo el otro día.

Isolina trabaja todos los fines de semana del año. Incluso el 1 de mayo la pilló arriba del escenario y sacándose las pocas plumas que le van quedando. Como dice su nombre, Isolina es bailarina, digamos, una stripper que desde niña soñó con mostrar su talento en el Municipal, pero que por “las cosas de la vida mi huacho” terminó en El Diamante, un pequeño nightclub de Recoleta cuyas dependencias también son ocupadas por un Café Internet. Extraña mezcla, pero negocio redondo para Don Francisco, el dueño y animador del lugar que admira al gordo de la Teletón. “Dispara usted o disparo yo. Mejor disparemos todos”, grita el Don Francisco de El Diamante parado en el escenario al dar por inaugurado el espectáculo de la noche. Su voz se escucha amplificada por unos precarios pero potentes parlantes. Una bola de “cristal” comienza a girar, la música sube de volumen, y sale al escenario la primera artista: Jessica la mujer 10 para todos ustedes.

Llegué a El Diamante de incógnito. No quería asustar a Isolina, aunque fue ella la que me invitó para que “viera la realidad de Chile mi huacho”. El día anterior había hablado con ella durante dos horas seguidas por el chat. Ella estaba en un café Internet que queda al lado de mi pega mi huacho y yo, como de costumbre, encerrado en mi casa. Fue la primera vez que, además del smog, hablamos de nuestros respectivos trabajos, de cómo ella había llegado al NoDigas y de mis cuentos que tanto le gustaban. "Tienes que escribir mi historia mi huachito. Ven a El Diamante. No te vas arrepentir”, me dijo con una voz que se escuchaba extremadamente sensual desde el chat. Así, le prometí que un día de estos me dejaría caer por Recoleta. Allá voy.

La verdad es que no vi el show de Jessica. Estaba muy nervioso esperando el número de Isolina. Después de Jessica desfilaron Karen, Karla y Karol, “las chicas del Ku Klux Klan”, como las llamó Don Francisco. Una hora después, fue el turno de Isolina la bailarina. En el chat, Isolina me contó que hace tiempo perteneció al elenco de Juan Antonio Labra, pero no le quise creer. Isolina es más vieja de lo que a simple vista se ve aunque su peluca negra me ayuda a verme más sexi po mi huacho. Isolina la bailarina domina a la perfección su rutina y es toda una acróbata del fierro. Incluso es capaz de contorsionarse, girar bruscamente en 90 grados y poner su cabeza al revés con sus largas y flacas piernas abriéndose y cerrándose al ritmo de niña, te vas a enamorar, ese lento de Juan Antonio Labra.

Isolina comienza su rutina con mucha ropa y termina con muy poca. Hace volar unas plumas negras, abre sus ojos para mostrar sus pestañas postizas y deja poco a la imaginación. Para el deleite del público Isolina se saca hasta sus medias negras medias rotas y sus zapatos con terraplén con un chicle de menta pegado debajo. Pero su performance es de calidad, especialmente cuando baila el pegajoso negra mueve tu cintura, negra échate pa tras, el otro hit de Juan Antonio. Ahí sí que Isolina se vuelve loca, se agarra el pelo, se agacha una y otra vez y se despide con los brazos en alto. El público está conforme y yo aún no estoy seguro si Isolina bailó alguna vez con Juan Antonio. Aplaudo, me paro y le pido a Don Francisco que me deje entrar al camarín de Isolina. Ella es amiga mía. Soy su huacho.

14 Comments:

Blogger chilesiguesocialista said...

Es ridículo, extremadamente ridículo que el Dalai Lama salga de los himalayas para recorrer el mundo en elegantes aviones, hospedarse en lujosos hoteles y cobrar suculentas cifras. ME CAGO EN EL DALAI LAMA Y SU PUTA VERBORREA PACIFISTA AL PEO

12:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ay, Dalai Lama Dalai Lama Dalai
Ay Dalai Lama Ay Dalai Dalai
Ay Dalai, oh oh oh oh (con voz de Mecano)

12:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desde chica que bailaba mirándome al espejo. Cuando estaba sola, ponía la música bien fuerte, me metía a mi pieza y me iba sacando las ropas, una a una, hasta que quedaba enterita "como Dios me echó al mundo". Una vez me pilló mi abuelo así, totalmente en pelota, ni caché cuando entró a la casa. Yo pensé que me iba a pegar, pero el viejo salió con un argumento que nunca olvidaré: "siga mijita, haga como que no me vio. Yo ya lo he visto todo en esta vida", me dijo el anciano.
Así fue como se fue gestando mi interés por el baile y el apodo que todos mis amigos acuñaron: Isolina, porque cuando chica me gustaba ver el ballet Huganzas del programa Exito, donde salía Angel, un bailarín negrito que movía la cabeza como condenado, e Isolina, mi mentora hasta la actualidad.
Intenté estudiar secretariado, pero la plata en la casa no dio ni para el primer semestre. Busqué empleo de promotora, pero mi esbelta figura y mi ritmo me fue encaminando al baile.
Sin embargo, nunca me he prostituido, por que lo que yo hago es arte. Mi mejor trabajo fue bailar al lado del maestro Juan Antonio Labra, en el Festival de Viña. En la actualidad, en una faceta más sensual, interpreto la versión de "Niña, te vas enamorar", en versión stripper. Una joyita de culto, para los fans de Labra.
Esa noche estaba nerviosa, siempre es así antes de mi rutina, pero ahora como que tenía un "Barco Pirata", adentro de mi guatita. Comenzó la música y me transformé, quedé en pelota en la pista y a ratos, la luz que giraba y giraba, me dejaba ver apenas a una figura que creía conocía.
Hace unos días había estado chateando con un nuevo amigo y le había insistido que fuera a mi show. He invitado a muchos a ir, pero ninguno se había lanzado. Este es "mi huacho", como se pone en su nick, pero después descubrí que se llamaba Negro Superstar y según lo que pude ver s igualito a Titán do Nacimiento, el del Clinic, negro, chico y gordito, como un camionero.
Esa noche me fue a ver a mi camarín y me felicitó por el show. Ahora estoy súper contenta porque tengo un nuevo admirador, pero lo que no sabe es que yo también soy su admiradora número uno, porque a fin de cuentas, tener un blog no es tan distinto a lo que yo hago... En sus historias se va sacando sus ropas y mostrando su verdadera identidad, esa que es más parecida a Titán do Nacimiento.
Muchos cariños a "mi huacho"
Isolina la Bailarina

3:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Feliz Día Internacional de la Libertad de Prensa!, guerep

3:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

esto se escapó de las manos. están como pa historia de teleserie. "el superstar y la bailarina, un amor que no termina"

get a fucking room.

3:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Curiosa su historia socio... un poco de grupo, como que Isolina escriba sin ninguna falta de ortografía y con una redacción muy superior a la de la mayoría de los periodistas que conozco... aunque quién sabe lo que se aprende bailando en cueros... mal que mal poner un acento es infinitamente más simple que colgar de cabeza con las piernas cruzadas sobre un tubo y esquivar a fans sobreexcitados (socio, no me trago que fue al camarín a "felicitarla")... Me acordé de una despedida de soltero de un buen amigo, cuando vimos al jote que secaba el tubo entre actuaciones con una toalla... una de las pegas más sacrificadas del planeta.
El Dalai es como un Ronald McDonald del budismo: una figura decorativa que regala su sonrisa de calvo asiático sin contenido... recuerdo vívidamente la decepción de Axel el viajero en su anterior visita, cuando fue a una sobrepoblada Estación Mapocho, sólo para ver al gordito de lentes hablar obviedades. Como Ronald, el Lama es un producto del marketing. Yo creo que es mejor seguir al Dalai Lamadrid todos los domingos... al menos sus palabras son gratis.
Éxito como siempre.

9:47 p. m.  
Blogger Ricardo said...

estaba buena esta historia... ¿porque tan pocos comentarios?... le habrá dado pudor a alguien ???

6:36 p. m.  
Blogger Alejandro Tapia said...

Lo que pasa es que este blog no va a ninguna parte...

1:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola: soy un lector habitual de este blog, me meto practicamente todos los días y hace más de dos semanas que no hay artículos nuevos... qué onda.
¡Sácate un cuento po hueón oh!
Se agradecerá

2:00 p. m.  
Blogger Alejandro Tapia said...

ahí va algo lector anónimo. gracias por sintonizar esta basura. NS

3:00 a. m.  
Blogger Vania B. said...

Oye Negro superstar tu Blog está buenísimo. Creo que lo voy a leer entero. Saludos.

7:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

music cds tape

10:34 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tienes mucho mas de un admirador

7:50 a. m.  
Blogger Unknown said...

Vieran donde me encuentro a isolina muchas veces en la semana, la he visto muchas veces y sabia que la conocia de alguna parte, hasta que la recordé del programa exito .
La ultima vez que la vi, me animé y le pregunte su nombre , que la conocia de la television ,ahí me dijo a la pasada ( porque en ese lugar donde la veo a menudo todos van muy apurados ) ISOLINA,esa soy yo, dijo.

2:10 p. m.  

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